¿CON QUÉ FRECUENCIA SE HACE UNA CONSULTA?

Las consultas en medicina preventiva son como una escuela. Se trata fundamentalmente de aprender hábitos nuevos y esto lleva tiempo. Por eso la frecuencia de las consultas no es fija, sino que respeta el ritmo que cada un@ quiera llevar. 

Se pueden hacer consultas más frecuentes al inicio, para ir incorporando los hábitos, espaciándolas a medida que vamos aprendiendo. Es un buen ritmo hacer una consulta con cada cambio de estación al menos durante el primer año. Cuando hay niños pequeños, es recomendable hacer una consulta mensual al inicio, ya que los niños crecen y cambian con mucha rapidez, para ir observándolos y ajustando las recomendaciones a medida que lo precisan.

Una vez recorrido un año entero de rutinas nuevas, es más fácil aplicar los cambios por nosotros mismos cuando sean necesarios. 

¿POR QUÉ AYURVEDA Y ASTROLOGÍA?

Tanto la Astrología como la medicina Ayurveda ayudan a observarnos desde una perspectiva más completa. Ambas son disciplinas muy antiguas e integradas, de hecho la Medicina Ayurveda trabaja junto con un tipo de Astrología (Astrología Védica) que tiene su mismo origen.

El trabajo que busca sanación profunda en las personas, sólo puede ocurrir cuidando el cuerpo, la mente, el aspecto emocional y la conciencia al unísono. El Ayurveda tiene muchísimas herramientas prácticas para sanar el cuerpo y la mente, mientras que la Astrología nos ayuda a indagar más profundo en los orígenes de nuestros malentendidos psíquicos, mentales y emocionales, que originan el sufrimiento y nos hacen tomar malas decisiones, escindidas de quienes profundamente somos o necesitamos.

Salud es conectarnos con nosotros mismos. Respetando el cuerpo es una forma de contar con un terreno fértil y resistente donde calmar nuestra mente y ampliar nuestra conciencia. SWASTHA es el término en Sánscrito utilizado para salud, y quiere decir literalmente ¨estar centrado en uno mismo¨.

Esto nos ayuda a hacer una búsqueda más clara de las herramientas que precisamos para recorrer con plenitud, felicidad y entendimiento los diferentes momentos de la vida. Además la mirada permisiva para reconocernos mejor y cuidarnos tal como somos es, en sí misma, sanadora.

¿QUE TEMAS SE PUEDEN ABORDAR EN UNA CONSULTA PEDIATRICA?

Algunos temas incluyen:

  • Control del niño sano: controlar el crecimiento (peso, talla, perímetro cefálico), desarrollo neuromadurativo y cualquier síntoma que pueda presentarse (agudo o crónico).

 

  • Mejora de hábitos alimentarios familiares. Los cambios de alimentación en los niños deben ir siempre acompañados de modificaciones en los hábitos de consumo de toda la familia. Veremos las indicaciones más adecuadas para este niñ@ en particular, pero fundamentalmente intentaremos adaptarlas a la familia. Los primeros que tenemos que hacer cambios en cuanto a qué comemos cotidianamente, somos siempre los adultos.

 

  • Organización de las rutinas diarias. Los ritmos para comer, dormir y despertarse tienen enormes influencias en nuestra fisiología. Acompasar nuestros ritmos familiares con los ritmos de la naturaleza permite aprovechar mejor el tiempo de cada día, y ayuda a que el ritmo de nuestras hormonas y de todos nuestros órganos (llamados ritmos circadianos) funcionen con más eficiencia. Las rutinas ordenadas y repetidas todos los días favorecen el sueño reparador, el despertar activo, la eficiencia de la digestión, la fuerza de la inmunidad, la estabilidad anímica y la salud del cuerpo. 

 

  • Refuerzo de hábitos de limpieza del cuerpo. Esto incluye rutinas como el uso de limpia lenguas, cepillado de dientes, la práctica de gárgaras, limpieza nasal con jala neti (limpieza de fosas nasales con agua y sal), uso de agua tibia en ayunas por la mañana, etc. Son herramientas fundamentales para que el organismo elimine sus desechos cada día completamente. Una vez más, la creación de estos hábitos necesita ir acompañada por el entorno familiar. 

 

  • Fortalecimiento de la inmunidad. La práctica de masajes en recién nacidos, la incorporación de especias y tisanas para la vida cotidiana, la actividad física adecuada, además de los hábitos alimentarios familiares y las rutinas diarias y estacionales, son enormemente importantes para este fin. Tener estos hábitos ya incorporados antes de que aparezcan los períodos de estrés o de cambio estacional, es la forma más adecuada de aprovecharlos.

 

  • Incorporación de herramientas de relajación y reducción del estrés como prácticas cotidianas. Fundamentales en los tiempos que corren, las prácticas que nos ayudan a pensar menos y respirar más son enormemente beneficiosas, tanto para grandes como para chicos. Incluyen: el contacto con la naturaleza, la incorporación de pranayamas (ejercicios de respiración), la práctica de meditación, mindfulness  y/o yoga. El valor de aprenderlas en la infancia es inmenso, acompañarán a los chicos durante toda su vida. 

 

  • Atención de problemáticas emocionales familiares. Como ya mencionamos, no es sorpresa que los niños no se enferman en cualquier momento. Lo hacen con más frecuencia en situaciones de mayor tensión o estrés. Muchas veces son los portavoces de las situaciones del entorno familiar que tensan también a los adultos. Hablar sobre estas situaciones puede ser de gran ayuda, ya que ponerlas de manifiesto alivia la carga que significan para los niños. Ante estas situaciones, somos muchas veces los adultos los que necesitamos trabajar en mayor profundidad algunas temáticas. El espacio del consultorio también se presta para hacer encuentros sólo con padres y/o madres, para conversar sobre temáticas complejas que necesitan guía y sobre las cuales no es fácil hablar en presencia de los niños.