QUÉ ES LA MEDICINA AYURVEDA

Esta es una medicina muy antigua que viene de la India. Su idioma original es el sánscrito, y en esta lengua, ayur quiere decir ‘vida’, y veda, ‘conocimiento’. El Ayurveda es, literalmente, sabiduría sobre la vida, una ciencia milenaria que enseña cómo mantener la salud y reúne muchos secretos ancestrales sobre la vida. 

Este enfoque antiguo entiende a la naturaleza como un todo, y nos entiende a nosotros como parte de ella. Dentro del cosmos mayor que nos rodea, existe un cosmos menor que somos nosotros mismos. Los elementos que están en el entorno (en Ayurveda se describen cinco grandes elementos: espacio, aire, fuego, agua y tierra), también habitan dentro nuestro. No solo eso, sino que además, se alteran continuamente siguiendo las mismas leyes que gobiernan los cambios que vemos en la naturaleza. 

Mantener la salud desde esta perspectiva se basa en dos pilares fundamentales: conocernos mejor y sincronizarnos con el entorno. 

  • Conocernos mejor quiere decir, descubrir nuestra propia naturaleza: cómo somos, cómo y cuándo cambiamos, qué nos trae bienestar y qué nos enferma. En este sentido el Ayurveda define tres biotipos o doshas, energías que gobiernan el funcionamiento del cuerpo y la mente. Cada uno de nosotros posee una proporción única de cada uno dentro suyo. Esto nos da diferentes cualidades físicas, fisiológicas, y distintas maneras de pensar y sentir. La proporción de doshas que cada uno posee la llamamos prakriti o constitución. El diagnóstico de dosha es muy útil para determinar la mejor forma de mantener la salud o de recuperarla. Cada dosha está formado por dos de los cinco elementos:
    • El Dosha VATA está formado por espacio y aire.
    • El Dosha PITTA por fuego y agua.
    • El Dosha KAPHA por agua y tierra. 
  • Sincronizarnos implica reconocer que todo en la naturaleza sigue un ritmo. El mismo que rige por fuera, también lo hace por dentro. En este sentido, los momentos del día, las estaciones del año, cada etapa de la vida, son influencias muy importantes en la salud, porque cada una tiene implicados grandes cambios en todos nosotros. 

Visto así, el cuidado de la salud podría estar más cerca de la filosofía que de la medicina de hoy en día. Y es así: toda medicina en el fondo se apoya en alguna filosofía para existir. Esta filosofía y esta medicina en esencia nos recuerda continuamente la profunda conexión que tenemos con la naturaleza, su ritmo, sus procesos. 

El Ayurveda es muy útil para las personas sanas porque ayuda a promover la salud, enseña hábitos que han sido saludables por miles de años. También es muy útil para las personas que tienen alguna enfermedad, ya que estas son vistas como desequilibrios inherentes a la vida y, las herramientas que promueven la salud, sumadas con determinadas hierbas u otros remedios y recomendaciones, ayudan a equilibrar las energías y curar o aliviar las dolencias.

LOS DOSHAS

El lenguaje que vamos a usar en Ayurveda es simple: son los elementos de la naturaleza que todos conocemos. La diferencia es que vamos a reconocerlos no solo en el exterior, sino también como parte de nuestro cuerpo

Los cinco grandes elementos (espacio, aire, fuego, agua y tierra) funcionan dentro de nosotros dentro de los famosos doshas. Los doshas son grandes fuerzas invisibles de la naturaleza, que trabajan continuamente en el cuerpo y la mente de y gobiernan los procesos de salud y de enfermedad en todos los planos. 

Cada dosha está formado por dos de los cinco elementos: El dosha vata está formado por el aire y el espacio, el dosha pitta, por el fuego y el agua, y el dosha kapha, por el agua y la tierra. Las reconocemos por sus acciones, sus ritmos, sus colores, sus tamaños y texturas. Cada dosha se encarga de alguna tarea y entre los tres se ocupan de coordinar todas las funciones fisiológicas y psicológicas del cuerpo y la mente.

  • Vata gobierna todo lo relacionado con la velocidad y el movimiento en el cuerpo y la mente. Da el ritmo del corazón, la respiración, la digestión, la eliminación y la circulación. Es la energía que transmite el impulso nervioso y conecta al cuerpo como un todo. Este dosha es móvil, rápido, liviano, sutil y cambiante, y con su movimiento trae una cualidad fría, seca y áspera, como lo hace el aire en movimiento en el espacio.
  • Pitta gobierna las funciones de metabolismo y transformación. Es el encargado de dar potencia a la digestión y permite la absorción y asimilación de los nutrientes; le da temperatura y color a la sangre. Las funciones del hígado, los ojos y la piel están gobernadas por pitta. A nivel mental es el encargado de digerir nuevas ideas y de metabolizar las emociones, por eso decimos que nos da inteligencia. Es una energía caliente, luminosa, penetrante e intensa, con una cierta humedad y fluidez por la presencia de fuego y agua.
  • Kapha es el encargado de dar estabilidad, fuerza y sustancia al cuerpo. Mantiene la lubricación de las articulaciones, da fuerza estructural formando el tejido muscular, produce secreciones respiratorias, protege la mucosa digestiva y gobierna el balance de todos los líquidos corporales. Es un dosha pesado, húmedo, suave, blando, frío, firme, estable y lento,como el agua y la tierra, que lo forman.
¿CÓMO SE HACE EL DIAGNÓSTICO DE DOSHA?

Las cualidades de los doshas se transmiten al cuerpo físico, mental y emocional. Podemos observar las características de cada uno en el aspecto general, la piel y temperatura corporal, el ritmo e intensidad del apetito, la potencia de la digestión, la frecuencia de la evacuación, las características de los desechos (heces, sudor, orina), las funciones mentales como la capacidad de concentración y la memoria, el estado de ánimo o emocional más habitual o frente al estrés, así como el patrón de sueño. Lo más sencillo para hacer un autodiagnóstico, es completar un cuestionario básico donde reconocer las características de cada dosha.

Existen muchas combinaciones posibles. Lo más habitual es que predominen solo dos de los doshas en una persona, por ejemplo Vata Pitta o Pitta Kapha (bidóshicos). También ocurre que en una persona predomine un solo dosha (monodóshicos) o, aunque un poco más raro, puede haber proporciones iguales de los tres doshas (tridóshicos). 

Se puede completar el cuestionario de diferentes maneras: si tomo las características más frecuentes,  antiguas y siempre presentes en mí, estaré observando la prakriti o constitución; si en cambio tomo mi estado actual- que puede ser muy diferente del habitual- estaré diagnosticando mi desequilibrio o vikriti. Recordemos que cada uno de nosotros tiene un poco de cada uno de los tres doshas, lo que estamos buscando es cuál es la proporción.

Hacer diagnóstico Dosha en niñ@s

LAS HERRAMIENTAS HABITUALES

LAS HERRAMIENTAS HABITUALES

Una vez hecho el diagnóstico de Biotipo o Constitución (Prakriti) y de desequilibrio, buscaremos las herramientas más afines a cada uno para mejorar la salud. Entre ellas principalmente nos apoyamos en algunos hábitos nuevos, que vamos a incluir al ritmo de cada un@:

  • Limpieza de la lengua
  • Dietas adecuadas
  • Uso de hierbas y especias en la comida.
  • Tisanas.
  • Actividad física.
  • Rutinas para mejorar el sueño y el descanso
  • Recomendaciones para fortalecer la digestión (AGNI)
  • Masajes
  • Ejercicios de respiración.
  • Meditación, visualizaciones,
  • Rutinas para reducir el estrés
  • Flores de Bach,
  • Aromaterapia,
  • Fitoterapia (en forma de tinturas madres, tisanas o comprimidos).
  • Detox, limpiezas estacionales.
EL AGNI: la energía transformadora del FUEGO

En Ayurveda decimos que cada persona tiene dentro suyo un fuego, AGNI o potencia digestiva. Este fuego es la energía que digiere todas las cosas, el poder que tenemos para cambiar, para transformarnos, para digerir las experiencias de la vida, así como los alimentos. El fuego representa todo lo que transforma en el universo, nos hace madurar, como el sol madura los frutos, ayuda a pasar de un estado a otro, crecer, ser distintos. Es la energía que nos hace estar vivos, y de hecho vivimos tanto como vive nuestro AGNI.

La potencia de este fuego encuentra gobernada principalmente por la fuerza con la que digerimos el alimento (jatharagni). También hay fuerza digestiva en cada uno de nuestros tejidos (dhatuagnis) y en el hígado, para digerir cada uno de los cinco elementos de la naturaleza (bhutagnis). 

Todos los días incorporamos muchísimos estímulos que este fuego tendrá que digerir: los sonidos de la radio, la calle o una conversación; el contacto que llega a través de la piel, la temperatura, el viento; lo que vemos con los ojos, la intensidad de la luz; los alimentos que comemos, lo que bebemos; los aromas que percibimos; todo lo que pensamos, todo lo que sentimos, además de todo lo que percibimos más allá de los sentidos. En Ayurveda todo esto es alimento, y necesita ser digerido.

Si no prestamos atención, es habitual que ingresemos excesiva información cada día. No siempre estamos conectados con todo lo que estamos incorporando, por eso muchas veces nos saturamos de información y nuestro fuego se debilita

La debilidad del AGNI o fuego digestivo es, en Ayurveda, una de las causas más comunes de enfermedad. Cuidar de este fuego es una herramienta indispensable tanto para mantener como para restaurar la salud. Un AGNI fuerte y potente nos permite seguir vivos, sanos y fuertes, capaces de digerir lo que ingrese en nuestra vida, por más difícil que sea.

Cuidar el AGNI es el foco principal de esta medicina.

NO SOLO UN CUERPO: ASPECTOS SUTILES

Muchos síntomas se manifiestan principalmente en el cuerpo físico, pero sus causas profundas están en áreas más sutiles y a veces más difíciles de abordar. El cuerpo físico funciona unido e indivisible de los aspectos psíquicos y energéticos. Evidentemente, y cada vez más, parece no tener ningún sentido aislar las partes.

Según el Ayurveda nuestro cuerpo, como lo conocemos en la modernidad, empieza su desarrollo desde lo más sutil, hacia lo más denso. El organismo humano se organiza dentro de un campo de vibraciones muy complejo y amplio (en Ayurveda se la llama fuerza vital creativa, Kundalini Shakti o Shakti). Desde la gestación, nuestras capas sutiles se forman primero, y funcionan como ordenadores, guías o matrices, que ayudan a dar forma a la materia o capas más densas. 

La capa más densa y visible es el cuerpo físico, que se la vincula con la comida que incorporamos a diario y da forma a nuestros tejidos y aspectos más terrenales y visibles (en Ayurveda se la llama ANNA, que quiere decir comida). Esta capa es de vital importancia, ya que el modo como cuidamos al cuerpo físico afecta enormemente nuestro modo de pensar y de sentir, por eso las dietas son claves en Ayurveda, tanto para la salud física como para la psico- emocional. Sin embargo esta capa se ve afectada en gran medida por las capas más profundas.

El estado general de una persona varía según su nivel de energía vital o PRANA, vinculado con la vitalidad general, los pensamientos y emociones cotidianas (MANAS o mente), la capacidad de digestión e inteligencia emocional (BUDDHI), el nivel de conexión y respeto por la sabiduría profunda e intuición que tenemos (VIJNANA o sabiduría)  y nuestro estado de conciencia profunda, asociado con el disfrute, el amor universal, la felicidad y la conexión con la totalidad de la que formamos parte (ANANDA o plenitud).

Las diferentes capas se imbrican entre sí y funcionan como un conjunto. Los aspectos más sutiles, profundos e inconscientes requieren conectarnos más hondamente con nosotros mismos. En esta área suele haber traumas o dolores del pasado que repercuten en el presente, así como malentendidos heredados sobre cómo es amar y cuidarse a uno mismo y a otros. Para trabajar en estos aspectos, la Astrología es una herramienta que se utiliza desde hace miles de años. También la Psicología, así como muchas otras terapias y abordajes que nos ayudan a reconocer quienes verdaderamente somos y lo que verdaderamente sentimos con honestidad. Allí está el diamante de la salud.