La Astrología, como el Ayurveda, también es una ciencia milenaria. Existen diferentes tipos de Astrología (Védica y Occidental principalmente) pero más allá de sus diferencias, todas son herramientas antiguas de autoconocimiento, diseñadas para la comprensión integrada del ser humano y del Universo.
La Astrología es el sistema que observa cómo el movimiento en nuestra vida se relaciona con el movimiento de todo el Cosmos, el organismo del que formamos parte y que vemos al mirar el cielo. Sabemos que no nos sucede cualquier cosa en cualquier momento de la vida, sino que los eventos que vivimos están finamente coordinados los unos con otros, y suceden en momentos determinados.
Profundamente la Astrología es el estudio del TIEMPO, la organización sagrada que existe entre las cosas, las conexiones de los fenómenos que vivimos, los misterios sobre el diseño de las vidas de cada uno. Es una mirada más amplia de la realidad, en la que incluimos algunos aspectos que no podemos explicar a ciencia cierta por qué ocurren, pero que no por ello dejan de existir. El tiempo (en Sánscrito Kala) no es siempre igual, sino que se parece más bien al mar o al océano: está vivo y tiene movimiento, existen momentos calmos y también tempestades, dignas de ser anticipadas o tenidas en cuenta a la hora de transitarlas. Lo que intentamos con esta herramienta es ubicarnos mejor. Ayudar a navegar los desafíos de la vida. Aliviar el mayor miedo humano que viene de la falta de certeza y la ansiedad por el futuro. Intentar aprender de los momentos difíciles del presente para tomar decisiones en plena conciencia y con libertad real, es decir con conocimiento, entendiendo que desde allí damos forma a nuestro futuro.
Muchas situaciones de malestar, tanto físico como mental, emocional o espiritual, ocurren sincrónicamente con determinados movimientos en el cielo. Los eventos más transformadores, acontecen en momentos determinados, que forman parte de movimientos más amplios y complejos dentro de nuestras vidas.
Cuando conseguimos observar desde esta mirada, tenemos herramientas para significar de otra forma las cosas que nos ocurren. Muchas interpretaciones mentales y malestares profundos encuentran otra forma de ver lo mismo, brindando un alivio profundo, significativo y duradero a situaciones de sufrimiento agudas o crónicas.
Astrología es ver la vida como un proceso de despliegue de la propia energía, en continua expansión y descubrimiento de nosotros mismos. Muchas problemáticas que afectan más especialmente al área mental o emocional, con o sin correlato en el cuerpo físico, encuentran una herramienta liberadora en la Astrología como guía.
"Es una ciencia que nos une con la inteligencia cósmica detrás de la Naturaleza, en algún punto refleja nuestro nivel de entendimiento del universo mismo, sus influencias sutiles en nosotros" D. Frawley
La herramienta básica en Astrología es la carta, mapa o código natal. Es la imagen del cielo en el momento de nuestro nacimiento. Allí podemos ver los 12 signos del Zodíaco, y en ellos la posición de cada planeta, el Sol y la Luna organizados en un mandala compuesto por diferentes casas. Los astros se ubican de una determinada manera, generando aspectos o relaciones geométricas entre ellos (Aspectos), que definen un código o carta natal.
El Código que muestra la carta es de una complejidad equivalente a la de nuestro ADN. No hay una sola manera de manifestarlo, y lleva la vida entera conocerlo y sentirse identificado con todo lo que en él se muestra. La información está siempre presente en su totalidad, pero no se ve todo al mismo tiempo, sino que se va expresando de diferentes maneras a medida que avanza la vida. Es un código aparentemente simple, pero que encierra la complejidad y el misterio de la vida y puede manifestarse de muchas formas diferentes.
Al mirar una Carta Natal podemos anticipar situaciones o conflictos posibles, ya que vemos toda la energía de la persona, incluso aquella que se manifiesta de forma inconsciente. Las partes del código que conocemos, expresamos y sentimos como propias las llamamos ¨ luz ¨, y suelen entrar en conflicto con otras que rechazamos, negamos, proyectamos o ignoramos y llamamos ¨ sombra ¨.
Todos los aspectos de una Carta se expresan desde el minuto cero. Cuando trabajamos con Astrología intentamos identificar cuáles son las partes de este código que tenemos ¨en luz ¨ y, en consecuencia, cuáles las que están ¨en sombra ̈ . Esto nos permite ver las energías que no registramos, que son las que pujan por expresarse y conforman los núcleos problemáticos más importantes o difíciles en la vida (vínculos conflictivos con padres, hijos, parejas, jefes, etc, situaciones dolorosas repetitivas, dificultades persistentes en ciertas áreas de la vida, patologías que aparecen en determinados momentos, situaciones importantes que no comprendemos, crisis vitales, etc.).
Tanto la luz como la sombra se manifiestan siempre, pero es la sombra la que más nos cuesta ver y reconocer como propia. El trabajo desde la Astrología consiste en ampliar la mirada sobre nosotros mismos, incluyendo tanto toda la información en nuestra identidad. Traer a la conciencia aquellas partes de nosotros mismos que rechazamos es esencial para relacionarnos mejor con nosotros mismos, aceptarnos como somos, e integrar todas nuestras características a una identidad menos fragmentada, que nos haga sentir más plenos, más reales y más humanos.
No todo el código se expresa con igual intensidad todo el tiempo, sino que irá manifestándose con nosotros, con un ritmo y una secuencia determinada para cada uno. La energía de cada quién va dejándose ver en distintos momentos vitales, al compás de hechos, vínculos, situaciones, etc. que acompañan nuestra vida y nos hacen ser como somos.
Estos hechos, momentos, crisis, etc, se manifiestan en sincronía con determinados tránsitos planetarios o ciclos en el cielo. La lectura astrológica incluye la unión de lo que vemos en el cielo y lo que acontece en nuestras vidas. Así, la lectura de tránsitos, ciclos y movimientos del cielo nos ayuda a ubicar los fenómenos que vivimos en el marco de procesos más largos y difíciles de captar a simple vista.
Existen ciclos bien definidos en Astrología, algunos duran 7 años, otros 12, otros 28, otros 30. Ubicar nuestras vivencias dentro de estos ciclos nos ayuda a entender los períodos que inevitablemente recorreremos, sin tanto sufrimiento. Podemos vivir períodos de transformación profunda en nuestras vidas que duran varios años, en plena conciencia de lo que se está modificando, aprovechando al máximo el aprendizaje.Contactarnos con aspectos propios que rechazamos, desconocemos o negamos y nos traen sufrimiento o ignorancia, así como entender mejor el ritmo de despliegue, ayuda a descubrir quiénes somos profundamente, a diferencia de quienes creemos o queremos ser. Así podremos ir incluyendo lentamente en nuestra propia identidad, las partes o aspectos de nosotros mismos que durante años no reconocimos, rechazamos o proyectamos en otr@s.
Existen diferentes tipos de Astrología, tanto como existen diferentes tipos de Medicinas. Cada sistema tiene una forma de generar una abstracción matemática del cielo, que es lo que llamamos carta natal. (La Astrología está escrita en un lenguaje matemático, al igual que todo en la naturaleza).
La medicina Ayurveda se encuentra asociada a un tipo de astrología que tiene su mismo origen: la Astrología Védica. Este tipo de astrología comparte muchísima información con la Astrología Occidental como las cualidades de los signos, las funciones de los planetas o las casas en la carta. Sin embargo, también tiene otras grandes diferencias.
En la Astrología Vedica el zodiaco se divide mirando las estrellas fijas (estrellas más distantes que parecen no moverse dada su gran distancia de la Tierra). El enfoque de la Astrología Occidental, en cambio, corresponde al que se adoptó durante el periodo Helénico, se llama también Tropical y le da gran importancia al Sol y su relación con la Tierra, es decir los equinoccios y solsticios, como eje para organizar el cielo. Dado que el Sol está en movimiento, sin bien los cálculos iniciales coincidían entre ambos sistemas, con el correr de los miles de años se fue generando una distancia real entre ambos cálculos. Es por eso que la carta natal Vedica y la Occidental difieren en sus lecturas (es posible que alguien tenga un signo solar diferente y otra carta natal en Astrología occidental que en la Védica).
De cualquier manera, ambas informaciones son de enorme utilidad, cada una con distintos objetivos, suma luz y sabiduría sobre nosotros mismos. Como sus sistemas de análisis y formas de observar el cielo difieren, también brindan diferente información. Ambas tienen gran riqueza de información para aportar. En este consultorio trabajamos, por el momento, más desde la Astrología Occidental, y poco a poco vamos introduciendo la Védica.
El zodiaco es una franja angosta en el cielo por donde vemos al sol, la luna y otros planetas, moverse.
A esta franja se la divide desde hace milenios en 12 signos de 30 grados cada uno (de Aries a Piscis). La Tierra gira en el mismo sentido siempre (de Este a Oeste), por eso vemos a todos los astros aparecer de Este a Oeste por la franja que corresponde a las estrellas del Zodíaco y que son las que dan origen a los signos.
Decimos que la Tierra se mueve a razón de 2hs por cada signo (qué da un total de 24hs). Es decir que el zodíaco es la base de la división que hacemos del Tiempo.